martes, 18 de octubre de 2011

LA FORMACIÓN CONTINUA DEL PROFESORADO


Durante los últimos años hemos venido sufriendo una serie de cambios en la sociedad española muy significativos a los cuales la legislación educativa ha tenido que adaptarse. Pero estos cambios deberían de aplicarse no solo a nivel legislativo sino que también deberían de preocuparse de la formación del profesorado. Tan importante es la buena formación del profesorado como la correcta planificación y adaptación de la legislación educativa a los cambios continuos a los que nos vemos sometidos. No vale de nada una buena planificación sin alguien que realmente sepa llevarla a cabo. Por todo esto debería de llevarse a cabo un seguimiento riguroso de la formación de los profesores para que fuera acorde con los cambios que se hacen en las leyes.
En este sentido, el objetivo de los docentes va mucho mas allá de la instrucción, para adentrarse en el desarrollo de estrategias y competencias necesarias en los recursos humanos capaces de afrontar los retos de un mundo de constante transformación. Esto requiere cambios en las concepciones con respecto a las diferentes modalidades de formación incluyendo el entrenamiento continuo del personal docente.
Hasta ahora la formación del profesorado se caracterizaba por ser de iniciativas individuales y voluntarias, basaba en la motivación o interés del propio docente. Esto hace plantearse ciertas cosas en cuanto a las necesidades generales y características del profesorado en su desarrollo profesional y las motivaciones que subyacen en los profesores para llevar a cabo las diversas actividades de formación permanente.

El estudio de las motivaciones que conducen a los profesores a implicarse en las actividades de formación permanente esta relacionada con el desarrollo de su actividad profesional, es decir, con el trabajo del profesor. Las motivaciones para realizar esta parte de su rol profesional que es la formación permanente deben relacionarse asimismo con las que impulsan a desempeñar, con mayor o menor acierto, el conjunto de tareas relacionadas con e rol profesional de profesor y las condiciones en que se ejerce. Es por ello que para enmarcar las motivaciones del profesor para participar en actividades de formación permanente en la cuestión más general de las motivaciones del profesor respecto a su trabajo o, en otros términos de las motivaciones del profesor para enseñar (Genovard y Gotzans, 1990)


La motivación del profesorado para enseñar, nunca ha recibido tanto interés desde el campo de la psicología educacional como la motivación de los alumnos en e aprendizaje y mas en concreto la motivación por la formación continua en los profesores. Algunos autores como Silver (1982) proponen una interesante articulación teórica para confrontar el estudio de la motivación del profesorado en su trabajo, basadas en la teoría de la expectativa de Vroom (1964) y la teoría bifactorial de la motivación-higiene de Hezberg (1959)


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